Hablar de San Esteban de Gormaz sin nombrar la palabra “música” es como hacerlo sin referirnos a ella junto a su románico u obviar su relación con los vinos de la ribera del Duero. Tal como dicen algunos “hijos del pueblo” que viven fuera: “Siempre que voy a San Esteban, hay música”.
Nuestra localidad tiene un referente musical cada último fin de semana de octubre: los años impares se celebra el festival “Aires de dulzaina” cuyo origen se remonta al año 2003 y, desde el año 2016, los años pares, la concentración de charangas organizada por la charanga “Salmonete Band”.
La diversidad musical de la que disfrutamos es fruto del trabajo y buen hacer de muchas personas “enamoradas de la música”.
El germen de nuestro festival parte de la creación de la rondalla, promovida por Luis Arranz Santos en los años 80, así como la recuperación de la dulzaina y la creación del grupo de danzas, por Alfonso López Arranz y dirigido actualmente por Mª Paz Larrén Izquierdo.
A día de hoy, los referentes del folclore local son el grupo “Atalaya Soria”, formado inicialmente por dos dulzainas y redoblante, derivando en una formación más amplia con bombo, saxo tenor, tuba y percusiones variadas y la reciente Escuela de Dulzaina y Tambor de San Esteban de Gormaz, creada en 2010, cuyo profesor es el dulzainero Agustín Pindado.
Con ánimo de hacer crecer musicalmente a este pueblo, nace en el año 1992, bajo el impulso del músico local Antonio Moreno Maydagán, la banda de música que se transformó en la Asociación Musical “Compases del Duero” y la Escuela de Música asociada a la misma.
En la actualidad la banda está dirigida por Jéssica Redondo Fresno, musicóloga y directora, también, de la coral "Villa de San Esteban".
La alegría y diversión a diversos actos festivos la ponen dos charangas: “Salmonete Band” y “Charanga Sanestebeña”, nutridas fundamentalmente, del alumnado de la Escuela de Música.