El festival “Aires de Dulzaina” celebró su décima edición, en el año 2021, con un programa cultural muy interesante en el que destacó la fusión de las agrupaciones de dulzaina junto a la banda de música de la Asociación Musical “Compases del Duero”.
Uno de los objetivos del festival es el de conservar el patrimonio cultural tanto material e inmaterial asociado al folclore nacional, por lo que consideramos fundamental que haya una actividad didáctica dirigida de forma específica a las nuevas generaciones, de modo que se asegure el hilo conductor de la transmisión de la tradición.
En esta edición se realizó una exposición didáctica sobre instrumentos de la tradición musical española destinada al alumnado del CEIP "Virgen del Rivero" y del IES "La Rambla", propiedad de Juan Cruz Silva Naveros.
Se pudieron ver más de 150 instrumentos representativos del folclore musical de la península ibérica, desde utensilios de la vida cotidiana que han servido para el acompañamiento rítmico a la voz (como sartenes, calderos, cucharas, etc.), hasta los más desarrollados, como la dulzaina, el acordeón o la zanfona, pasando por todo tipo de flautas, dulzainas y rabeles.
El tradicional pasacalles acogió a las agrupaciones participantes y a grupos vinculados con el festival desde la plaza del frontón hasta la iglesia y el lagar de San Miguel.
Desde el año 2019, el Escenario Escuelas es un espacio dedicado a los músicos noveles en el que podemos apreciar y valorar el gran trabajo que se está desarrollando, tanto por parte de los profesores como de los alumnos de dichas escuelas de dulzaina.
Se desarrolló en tres escenarios simultáneos: Plaza Mayor, Plaza de San Esteban y Plaza del Frontón, por los que pasaron, tras un pequeño acto de bienvenida por parte de las autoridades locales, las siguientes escuelas:
La escuela de Dulzaina de Ávila está dirigida por Germán Alameda Berrojálviz, autor del "Método GAB", que consta de tres volúmenes de aprendizaje para dulzaina.
La escuela de dulzaina de Aluche se funda en el año 1992 e imparte clases utilizando instrumentos afinados en FA#, siguiendo la tradición de las dulzainas construidas en Carbonero el Mayor en la provincia de Segovia.
La escuela nace en 1985 gracias a la iniciativa de José Luis Castán Pérez, dulzainero fundador y pionero en Aldeamayor después de muchos años sin un dulzainero local, desde los años del "tío Eusebio Soto”.
Actualmente han establecido un trabajo técnico del instrumento como base para mejorar las interpretaciones.
La escuela Caja y Dulzaina de Golmayo es un espacio de reunión, entre academicismo y diversión. Pretenden acercar al mundo la manera que tienen de entender la música de cualquier estilo, a través de dos instrumentos muy tradicionales y que se están abriendo paso a lo largo del duro camino de la música popular, culta e incluso comercial: la caja y la dulzaina.
En el año 2010 se crea la Escuela de Dulzaina y Tambor en nuestra localidad, cuyo profesor es Agustín Pindado, director de la escuela en la que se imparten clases de dulzaina y percusión.
Atalaya Soria es un grupo de música tradicional en formato bandina/banduca formado inicialmente por dos dulzainas y redoblante, derivando en una formación más amplia con bombo, saxo tenor, tuba y percusiones variadas.
El certamen, eje central del festival, se desarrolló en tres bloques diferenciados, teniendo al grupo de teatro "Pipirijaina" como maestro de ceremonias y retransmitiendo a través de las ondas radiofónicas todo el concierto.
La temática de esta edición mostró el maridaje que ha habido entre la dulzaina y la música de banda en diversos lugares de nuestra geografía, aprovechando para rendir merecido homenaje a la banda de la Asociación Musical "Compases del Duero", bajo la actual dirección de Jéssica Redondo Fresno, agrupación encargada de acompañar a los dulzaineros en todas las piezas que se interpretaron en la presente edición.
La legendaria formación navarra, auténticos maestros del instrumento, trajeron tres piezas del importante e imponente repertorio para banda y gaita que existe en su comunidad foral: Estelleria, Hego Arabako Dantzak y Vals con Variaciones.
Algunos de los más afamados dulzaineros de las distintas tierras de Castilla: Agustín Pindado, Alfredo Ramos, Fernando Díez, Germán Alameda, Jesús Costa y Luis Ángel Fernández junto a nuestros destacados gaiteros locales: Guillermo Moreno y Javier Dueña, interpretaron varias piezas de autores castellanos para banda y dulzaina (Jota de Gabarreros y Tierra Antigua) y una pieza nueva que se estrenó en nuestro festival, compuesta expresamente para la ocasión por Pablo López Bernal y Joaquín Yelo Fernández: “La senda del destierro. Ego ruderico”.
Esta importante escuela de música tradicional de Alcoy (Alicante) es responsable del desarrollo actual de la dolçaina en la Comunidad Valenciana, zona en la que destacan los repertorios de marchas moras y marchas cristianas de sus emblemáticas fiestas.
Destacados profesores de dulzaina interpretaron tres piezas del rico repertorio levantino existente para dulzaina y banda: Tabal i Saragüells, Cid y Muisarengües al Cel.
Vallarna, uno de los grupos de música tradicional más sugestivos e interesantes de los últimos tiempos interpretó su repertorio tradicional de Castilla y León y Cantabria.
El domingo, debido a la lluvia, el espectáculo de calle se trasladó a la carpa municipal. El grupo “Corrobla de bailes” de Valladolid, representó el baile más emblemático de su trabajo, el de las tierras vallisoletanas de Medina de Rioseco, Tiedra, Torrelobatón y los Montes Torozos hasta las estribaciones zamoranas de Toro.
Como grupo patrimonial, mostró y utilizó en sus actuaciones la indumentaria propia que alcanza, en muchas ocasiones, casi dos siglos de antigüedad de los trajes originales que llevan.
El concierto que llevó a cabo el dúo “Son de Ayer” estaba vinculado a la exposición de instrumentos. Aquí pudimos comprobar cómo sonaban muchos de los instrumentos vistos en la exposición.
Juan Cruz Silva Naveros y Beatriz Rebolledo Ramos, trajeron de sus manos un abanico de ritmos y melodías de la música de siempre, acompañándose de una muestra de más de veinte instrumentos representativos de nuestro folclore castellano leonés.
Esta edición del festival finalizó con el concierto de Mara Row y los hermanos Rubén y David Romero Pascual, músicos sorianos quienes presentaron “Huella”, un homenaje al modo de vida rural de nuestros abuelos a través de una vuelta al pasado.
El trabajo en el campo, rondas, bodas, nanas, juegos infantiles o fiestas religiosas, volvieron a la memoria de manera vívida gracias a la música, acercándonos a los ancestros de la mano de estas melodías heredadas.